LA PASCUA VIVIDA, CAMINO PARA SUPERAR LA VIOLENCIA

Paz y Bien!!! Estamos llegando a la Semana Santa y en ella a su corazón: el Triduo Pascual, los tres días santos en que la Iglesia conmemora el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. El Hijo de Dios, después de haberse hecho hombre en obediencia al Padre, llegando a ser del todo igual a nosotros, excepto en el pecado (cfr Hb 4,15), aceptó cumplir hasta el final su voluntad, afrontar por amor a nosotros la pasión y la cruz, para hacernos partícipes de su resurrección, para que en Él y por Él podamos vivir para siempre, en el consuelo, en la seguridad y en la paz.


Cuando escribo estas líneas, estamos todos estremecidos por la violencia y muerte que se ha desatado en nuestra Mendoza. La ola de inseguridad, a pesar de esfuerzos sinceros, no ha disminuido. El valor de la vida humana se ha relativizado en nuestras conciencias. Un discurso político-judicial y de los medios de comunicación, han agravado esta situación, es el caso del aborto y de la eutanasia. Todas expresiones contra la vida humana. Cristo ha dado su Vida, para que nosotros tengamos Vida y vida en plenitud.


Debemos acoger esta salvación ofrecida, a participar intensamente en el Triduo pascual, culmen de todo el año litúrgico y momento de gracia particular para cada uno de nosotros. Tenemos que buscar en estos días el recogimiento y la oración a partir de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, para poder acceder más profundamente a esta fuente de gracia y de bendiciones para nosotros, nuestras familias y toda nuestra sociedad.


“En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano… Todo ello alimenta la mutua desconfianza y la hostilidad, los conflictos y las desgracias, de los que el hombre es, a la vez, causa y víctima”. A propósito de esto, ante las inminentes festividades, cada uno de nosotros es invitado a celebrar el sacramento de la Reconciliación, momento de especial adhesión a la muerte y resurrección de Cristo, para poder participar con mayor fruto en la Santa Pascua, renovando su conciencia, la prioridad de los valores, en fin: ser hombre nuevo, mujer nueva.


¡Felices Pascuas de Resurrección! Con mi bendición

Marcelo De Benedectis