P. Marcelo De Benedectis - Hacia el Bicentenario, con San Miguel, en Fe, Justicia y Solidaridad

Nos acercamos al Bicentenario. Queremos ser protagonistas en él y no meros espectadores. Por eso como comunidad queremos prepararnos para celebrarlo con espíritu sincero y esperanza cierta de construir una Patria de hermanos. Esta Carta Pastoral quiere ofrecer un estímulo para prepararnos y como discípulos misioneros de Jesús, aportar a la construcción de un País en Fe, Justicia y Solidaridad.

HACIA EL BICENTENARIO….
El 25 de mayo de 1810, el Cabildo abierto de Buenos Aires expresó el primer grito de libertad para nuestra patria. El 9 de julio de 1816, los representantes de las Provincias Unidas en Sud América se reunieron en la ciudad de San Miguel de Tucumán y declararon la independencia nacional. Estamos agradecidos por nuestro país y por las personas que lo forjaron, y recordamos la presencia de la Iglesia en aquellos momentos fundacionales.

… JUSTICIA Y SOLIDARIDAD
Dicen nuestros Obispos: “Con vistas al Bicentenario 2010-2016, creemos que existe la capacidad para proyectar, como prioridad nacional, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos. Anhelamos poder celebrar un Bicentenario con justicia e inclusión social. Estar a la altura de este desafío histórico, depende de cada uno de argentinos. “La gran deuda de los argentinos es la deuda social. Podemos preguntarnos si estamos dispuestos a cambiar y a comprometernos para saldarla. ¿No deberíamos acordar entre todos que esa deuda social, que no admite postergación, sea la prioridad fundamental de nuestro quehacer?”. No se trata solamente de un problema económico o estadístico. Es, primariamente, un problema moral que nos afecta en nuestra dignidad más esencial y requiere que nos decidamos a un mayor compromiso ciudadano. Pero sólo habrá logros estables por el camino del diálogo y del consenso a favor del bien común, si tenemos particularmente en cuenta a nuestros hermanos más pobres y excluidos” (nº5). Además en el muy profundo documento se ofrecen algunas metas prioritarias a alcanzar para la construcción del bien común.

CON SAN MIGUEL, EN FE…
Estas palabras son nuestras. Queremos invocar a nuestro Patrono, quien nos protege y nos da fuerzas para llevar a delante la Palabra de Dios en nuestra vida personal, familiar, social. Todos queremos la PAZ. Paz en las familias y en la sociedad, pero para vivir en paz debemos recibir la Palabra de Dios. Debemos hacer un espacio de silencio en nuestro interior para recibirla. Hay una muy íntima unión entre la Palabra de Dios, el silencio, La fe ¿Cómo? Bien sabemos el camino: El fruto del SILENCIO es la ORACIÓN, el fruto de la oración es la FE, el fruto de la fe es el AMOR, el fruto del amor es el SERVICIO, el fruto del servicio es la PAZ. Sabemos que con la PAZ todo lo podemos lograr, con el conflicto y la desunión, todo lo podemos perder.

NUESTRO LEMA
El lema que tendremos en nuestros hogares tiene a San Miguel como protector y junto a la leyenda escrita esta el SOL, el sol de un nuevo amanecer. Es un nuevo comienzo de vivir, de esperar, de construir juntos. Hay una muy bella canción que cantamos en la Eucaristía y que quisiera que fuera nuestro himno litúrgico para este camino HACIA EL BICENTENARIO.
Y no sólo es bella por su melodía, sino por sobre todo por su contenido. El estribillo dice:

Un nuevo Sol se levanta
sobre la nueva civilización que nace hoy.
Una cadena más fuerte
que el odio y que la muerte.
Lo sabemos el camino es el amor.

Y cada estrofa es un clamor, una necesidad, una esperanza:
Una tierra que no tiene fronteras sino manos que juntas formarán una cadena más fuerte que la guerra y que la muerte. Lo sabemos el camino es el amor.
Una patria más justa y más fraterna, donde todos construyamos la unidad, donde nadie es desplazado porque todos son llamados. Lo sabemos el camino es el amor.
La justicia es la fuerza de la paz .El amor quien hace perdonar; la verdad la fuerza que nos da la liberación. Lo sabemos, el camino es el amor.
El que tiene comparte su riqueza y el que sabe no impone su verdad, el que manda entiende que el poder es un servicio. Lo sabemos el camino es el amor.
El progreso se alcanza con trabajo y que el hombre se pueda realizar que a la casa del pobre llegue el pan y la alegría. Lo sabemos el camino es el amor.
Es mi hermano aquél que está a mi lado, todos hijos del Dios que nos creó porque Él ha venido a la tierra para unirnos. Lo sabemos, el camino es el amor.

Que esta canción sea para nosotros el camino a seguir para prepararnos al Bicentenario. Pero esto lo haremos si nos acompaña la FE. La Fe nos dará la fuerza, luz, convicción para un nuevo comienzo. La Fe es un don muy bello que nos regala Dios. Por eso debemos cuidar, cultivar, hacer crecer la fe. Más aún, debemos comunicar la FE, porque como dice nuestro amado Juan Pablo II: “la Fe se fortalece dándola”. Estoy convencido que debe renacer en todos nosotros una Fe viva, una FE plena, una FE cierta, una FE gozosa, una FE activa, una FE humilde.

Por eso que nuestra oración en esta novena sea la oración por la FE del Papa Pablo VI. Dice así:

Señor, yo creo. Yo quiero creer en Ti.

Señor haz que mi fe sea plena, sin reservas, y que penetre en mi pensamiento, en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas humanas.
Señor, haz que mi fe sea libre, es decir, que tenga mi adhesión personal, que acepte las renuncias y los deberes que impone y exprese la raíz más profunda de mi personalidad: creo en Ti, Señor.
Señor haz que mi fe sea cierta. Cierta por los testimonios exteriores, y cierta por un testimonio interior del Espíritu Santo. Cierta por una luz que asegure, por una conclusión que la pacifique, por una asimilación que la haga reposar.
Señor, haz que mi fe sea fuerte. Que no tema la contradicción de los problemas; que no tema la oposición de quien la discute, la rechaza o la niega, sino que se haga fuerte en la prueba íntima de tu Verdad.
Señor haz que mi fe sea gozosa y dé a mi espíritu paz y alegría. Que la habilite para la oración con Dios y para la conversación con los hombres, de manera que en el diálogo sagrado y profano, irradie la alegría interior de poseerla.
Señor haz que mi fe sea activa, y de al amor las razones para su obrar moral, de manera que sea verdadera amistad contigo y continua búsqueda tuya, en las obras, en los dolores, en la espera del encuentro en cielo.
Señor haz que mi fe sea humilde y no autosuficiente, sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo y que su garantía mayor sea la docilidad a la Palabra de Dios y a la autoridad del Magisterio de la Iglesia. Amén.

Que nuestro santo Patrono nos ayude a prepararnos a vivir una novena muy viva y participativa. Que nos ayude a crecer en un AMOR grande a nuestra Patria y a nuestra Las Heras ya que en la ciudad que lleva su nombre se declaró la Independencia. Que San Miguel nos ayude a confiar y creer plenamente en la palabra de Dios y que nuestra Madre Santísima nos consuele y fortalezca para ser siempre discípulos misioneros enamorados de Jesús, Camino, Verdad y Vida.

Con mi bendición
P. Marcelo De Benedectis